Quisiera pasearme en el iris de tus ojos, ser resplandor difuso que ciega tus sentidos, atrapar la gota que derrama tu alma y perderme en la creación...



Esencia

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Me deslizo en tu piel de palabras
y soy poesía que se desmenuza
improvisando un amor comestible y saciable.
Estreno piel en tus costados, en tu fauna, en tu risa
anclando raíces a tu mar de agua oscilante y difusa.
Me dreno en tu alma
abandonando el razonamiento
para saciarme de ti...hasta negarme.

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Respirado


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En la frontera del tiempo
se vacían los segundos.
El sueño, mariposa nocturna,
desafiando en la afilada curva del deseo
a la alargada sombra de la noche,
atrapa la esclavitud de las horas.
En un insensato balanceo
los ojos agitan estrellas,
los labios ansían amanecer
temblando en la historia,
se llenan de bocetos,
eco que no para
en esa voz de la piel,
murmullo de sonido respirado
desafiando el centro,
suspirando la continuidad de los sueños
en una noche sin tiempo.

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...esa palabra que nunca quiso pronunciar


Cuando las sombras recorren la noche vestidas de negro pésame, el adiós se esconde borracho de ansiedad detrás del silencio.
Las caricias mutuas se olvidan, duelen las palabras y se despierta el llanto devorando el miedo que la desilusión vende en la historia, sin permiso.
La luna descarna la libertad de la tristeza y el oculto tesoro, cubierto de silencios pálidos y fúnebres, sirve de cuenco a las palabras huecas.
Hay tanto que olvidar, que el adiós se transforma en membranas de historia frágil que se resquebrajan cuando las palabras no pueden hablar.
Solo las sombras saben del silencio inquisidor de las palabras que apuñalan la historia...mientras, el adiós, se descubre pronunciándose ebrio de nostalgia entre esas palabras que nunca quiso articular.


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Huellas de Luna

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Amanece silente en la negrura
de la noche, cansada de vacíos.
El tiempo va menguando su figura
iluminada, con los desvaríos
de un ayer y esa inhóspita angostura
que la envuelve en papel de escalofríos.
Hambre y sed, en su brillante armadura.
Sabor y nada en espacios sombríos.
Tiene las horas contadas y en ellas
muestra su ser, quizás más de hojalata
que de ese preciado metal de bellas
composturas, tal vez eso delata
sus misterios ante el sol y sus huellas
y ella, son acusadas de insensatas.

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