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Ayer tenía sal, brillo en la mirada
y tenía voz y silencio que hablaba
y piel que ansiaba deseo y gritaba
por cada poro, con esa afilada
intención de conseguir ser amada.
Tenía siempre hambre y sed y la calmaba
mordiendo con los ojos y envidiaba...
todo eso era ayer...hoy no tengo nada.
Hoy en el silencio de la mañana
olía a triste y húmeda soledad
arañando el dintel de mi ventana.
Un dolor se llevó mi alma de humana;
no respetó ni siquiera la edad
del sentimiento y me hiere y me profana.
y tenía voz y silencio que hablaba
y piel que ansiaba deseo y gritaba
por cada poro, con esa afilada
intención de conseguir ser amada.
Tenía siempre hambre y sed y la calmaba
mordiendo con los ojos y envidiaba...
todo eso era ayer...hoy no tengo nada.
Hoy en el silencio de la mañana
olía a triste y húmeda soledad
arañando el dintel de mi ventana.
Un dolor se llevó mi alma de humana;
no respetó ni siquiera la edad
del sentimiento y me hiere y me profana.
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